Reflexiones sobre la vida desde el corredor de la muerte

2204-orig

por Moyo

Reggie me dijo una vez que podíamos utilizar estas celdas como las celdas de  meditación que usan los monjes en los monasterios.

Pero la prisión no es un monasterio. Y aunque pueda aprovechar al máximo las oportunidades que tengo de practicar de forma genuina en los confines de esta celda, perder contacto con la intención por la cual esta celda fue creada, sería un error.

Sería, en primer lugar, no ver las cosas como son, que es algo que mi práctica me invita a hacer todo el tiempo: ver las cosas correctamente.

Tampoco le serviría a mi compromiso de aumentar la conciencia sobre la inhumanidad y la capacidad destructora de estar en la celda de aislamiento. Estoy comprometido a ayudar a mantener esta conversación hasta que veamos algún cambio.

***

Es curioso cómo lo asignado para matarte es lo que utilizas para sanarte. La celda de aislamiento es la mejor compañera para el/la prisioner@ que vive en ella. Es la mejor guía espiritual, la mejor maestra.

Es extraño, ya lo sé, pero es verdad.

En esta celda, he aprendido el arte de la paciencia, el arte del silencio y sus frutos tan dulces. He aprendido el arte de la introspección y lo que puede hacer para mejorar el propio sentido del ser.

He aprendido a esperar en esta celda con la paciencia que ella me ha impuesto. Ya no grito en agonía asolado por el silencio de la celda.

Sé que si alguien salió de aquí después de cuatro décadas, debería estar bien con mi década y media. Simplemente estoy calentando.

Pero también esta celda lo hace.

***

No espero salir jamás de esta celda de aislamiento con vida.

Podría morir el próximo año, podría morir este año. No siento una ansiedad abrumadora por ello.

Lo que más me preocupa es pasar mi tiempo de forma que valga la pena. Lo que me molesta es que, aquí, soy un desperdicio para l@s otr@s. En la película “Matrix”, los humanos aún servían para algún propósito. ¡Eran combustible! Aquí, no tengo ningún propósito.

Pónganme en frente de una cámara y déjenme hablar a l@s chic@s que estén en situaciones de riesgo. Enséñenme a tejer para que pueda hacer cobijas para las personas que no tienen techo dónde dormir. ¡Déjenme donar sangre o algunos órganos!

Soy un hombre sano. Cuando sea ejecutado no podré donar ninguno de mis órganos porque en ese momento estarán dañados por las sustancias químicas que me quitarán la vida […].

Así que mis protestas son mis órganos donados. Mi habla y denuncia son mis órganos donados. Mi arte son mis órganos donados.

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A los 18 años, Moyo mató a dos personas. Fue sentenciado a pena de muerte y durante los últimos 15 años, ha estado en confinamiento solitario en el Corredor de la Muerte. Ahí, en sus propias palabras, está trabajando para “pulir su alma, limpiar manchas de su corazón y abrir ventanas en su mente.” Encerrado en una celda menor que una plaza de parking, Moyo empezó una búsqueda de auto-conocimiento. En un esfuerzo para entender y recuperar su propia narrativa, se convirtió en un ávido lector, metiéndose en libros sobre historia negra, arte, el sistema de justicia, psicología, textos espirituales, ficción y más. Empezó a hacer arte como una forma de explorar sus propias experiencias y emociones, Privado de casi cualquier forma de interacción social, empezó a comunicarse con gente del mundo exterior a través de cartas. Una vez, desde una jaula vecina en el patio de la prisión, un recluso le habló a Moyo del yoga y la meditación. En los años que siguieron, Moyo se comprometió a tener una práctica constante. Moyo (en Swahili significa «corazón/espíritu») es un seudónimo adoptado por el artista.    

El contenido de arriba está sacado de Budas en el Corredor de la Muerte,  un proyecto que trae a la luz un viaje profundo a los lugares más oscuros y un testamento del poder del arte, del  cultivo del mundo interior  y la amistad. La imagen de arriba es un boceto en papel con lápices de colores  hecho por Moyo y titulado «Compañía».

 

Preguntas semilla para la reflexión: Preguntas semilla para la reflexión: ¿Cómo te relacionas con estar abiert@ al potencial del momento presente mientras que, al mismo tiempo, aceptas su realidad? ¿Puedes compartir una experiencia de alguna vez en la que viste las cosas de forma correcta mientras participabas en ser el cambio? ¿Cómo desarrollas la habilidad de enfrentarte a la realidad de situaciones difíciles mientras estás enraizad@ en el completo potencial que encarnas?


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