De Londres a París.

Qué día más increíble hoy…

He sentido la verdadera fuerza del experimento que estoy haciendo…Qué hermoso ver las conexiones y oportunidades que generan este tipo de experimentos :).

Resumo lo mejor de ayer y de hoy :

Después de unos días memorables en Londres, con la visita de Masami, Nipun y encuentros como éste, empecé el viaje de vuelta, esta vez en dirección a Calais.

Liam y su familia me llevaron a las afueras en un generoso esfuerzo de una hora para que no me quedara eternamente en los alrededores de Londres… Y Liam me dió 20 libras.. (luego veréis porque lo menciono). A los 20 minutos me recogió un hombre con 3 hijos que decidió, junto a su pareja, cuidar de una segunda generación de 3 niñ@s, estos adoptados por problemas en su familia de origen… Un hombre brillante y bondadoso, estuvo en el ejército y ahora echaba una mano a su hijo en su pequeño negocio de construcción… Le encantaron las historias de India :). Le dí un corazoncito de India al terminar, como a tod@s l@s que me han llevado en este viaje.

Me dejó también más lejos de dónde él iba, como Liam y su familia :). Me llevó a la gasolinera más cercana al puerto de Dover, y ahí encontré mi siguiente misión: cruzar a Calais (Francia) en barco montado en el coche de un desconocid@ :).

En una media hora pregunté a much@s, hasta que me encontré a una pareja joven con cara amistosa :). Pregunté al chico porque estaba más cerca de mí, y enseguida vi que por él sí, iba a poder cruzar, le preguntó a su novia y por ella también! Les dije que no iban a tener que pagar extra por mi en el barco (me enteré de que se paga por coche, no por persona 😉 ) y allá que fuimos. El estado de pre-breixit creo que ayuda :). Nos montamos en el barco con la furgo WV de los 90 y los chic@s me contaron un poco de su aventura… se van unos cuantos meses (sin fecha exacta de retorno) a tocar música por las calles del mundo 🙂 Ya les he invitado a Burgos :). Y al final, impulsado por el espíritu de Liam, les he dado las 20 libras que el me dió :), y también corazoncito y un Peace Pal de Japón :).

Por la noche, al llegar a Calais, fuimos a una playa, ellos durmieron en la furgo y yo fuera, mirando las estrellas, un sentimiento genial eso de dormirse mientras miras al cielo.

Hoy por la mañana me levanté en una playa vacía, hicé yoga y medité como a mi me gusta! 😉 Después los chic@s me llevaron al primer pseudo estancamiento del día jajaja. Hasta aquí parece que todo va bien, pero la verdad es que hoy me he pegado unas cuántas horas con «las manos levantás» que diría Macaco, pero con una buena sonrisa siempre en la cara, eso sí :).

Me dejaron en una gasolinera sin mucho tráfico, así que no tuve muchas opciones durante casi dos horas… Al final empecé a preguntar a camioneros y «a todo quisqui», y un buen camionero me llevó 30 kilómetros más adelante, hasta una estación de servicio especializada en camiones… Nunca había estado en un sitio así… He hecho un cursillo que he llamado: «La vida del camionero». Wow. Trabajan dias y días, a veces se pegan más de 30 (!) días fuera de casa, descansan 48 horas y vuelven a salir… A veces (muchas por lo que parece), les hacen esperar en estas estaciones desoladas hasta que el/la jefe/a decide hacia dónde tiene que ser el siguiente viaje… Normalmente viajan 9 horas al día o incluso más… y muchas cosas más que os podría contar del cursillo… mucho respeto, admiración y buenos deseos para ell@s… Hoy me han tratado genial… Incluso me he encontrado a unos andaluces muy salaos que me han invitado a su casa! Me han dado la dirección y todo.. yo les he dado la mía también claro :).

He estado en esa estación de servicio y alrededores como 5 horas… Hasta he hecho un cartel, he probado de todo, pero me ha costado salir de allí, más que nada porque la mayoría de los camioneros iban hacia Inglaterra jajaja. Había muy pocos que fueran hacia el sur… Al final otro camionero amable me ha llevado otros 40 kilómetros hacia el sur :).

Ahí me he encontrado con un camionero rumano, afincado en España. Muy majo él, me ha dicho que no podía llevarme porque su jefe no le permitía llevar polizones; yo le he dicho que no era ni polizón ni polizín, pero ni por esas… Aún así, nos hemos llevado muy bien, y al final ha acabado preparandome una pizza en la parrilla delantera de su camión… Sí, como lo lees, ha sacado un camping gas, ha desdoblado la parrilla a modo de mesa, ha puesto un mantel y allí se ha puesto a preparar una pizza para mi. 🙂 Más majo!

Justo después, he conseguido otro avance, pero esta vez hasta París!!! Eso han sido como 3 horas :). Una maravillosa forma de cerrar el día de hoy. Alex, originario de Siberia (su familia aún vive allí) , pero afincado en París. Hemos conectado mucho nada más vernos, el tío no paraba de sonreír, y me ha puesto una sesión de música española para amenizarme el viaje :). Le he contado las aventuras y estaba encantado. En una de las paradas que hemos hecho, me ha comprado varias cosas «para el camino» y unas galletas típicas de la zona norte de Francia que vienen envueltas en un bote-camión :), supongo que regalo por la matrícula del cursillo ;).

También ha hecho camino extra para llevarme a un punto mejor colocado para mañana, ya pasado París… Y a parte de regalarme sonrisas, música y presencia (lo más importante), se ha despedido metiendome 20 euros en el bolsillo; qué tendrán los billetes de 20!! 😉 Me dice: «para el desayuno y la comida de mañana». Yo ni siquiera le he dicho que lo necesitará,y el gesto me ha tocado bastante la patatilla la verdad :).

Más de 400 kilómetros recorridos que me recuerdan muchas certezas de lo que ya conozco, pero que conviene no olvidar, Kind, Human Kind :).

Mañana seguimos camino con la sonrisa puesta y ganas de seguir escribiendo historias :).

 


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